Especialmente en momentos de difícil aumento de sueldo, hay que pensar
en formación, permisos y flexibilidad.
La
mayoría de los trabajadores se preocupan, tanto en una oferta de trabajo como
en un puesto ya adquirido, del salario. Sin embargo, hay seis otros aspectos a
los que hay que estar atento, para negociarlas en el momento oportuno y que, en
la mayoría de los casos sin significar un esfuerzo económico por parte de la
empresa, mejorarán nuestra situación laboral.
1. Épocas sabáticas. Cuando un empleado se plantea tomarse un tiempo de descanso, normalmente es para hacer algo que le enriquezca más que su posición actual. Sin embargo, cuando lo pide en este formato es porque tiene intención de volver posteriormente y lo hará habiendo adquirido unos conocimientos totalmente distintos pero muy beneficiosos, por ejemplo, procedentes de la ayuda del voluntariado o de un mayor conocimiento personal.
2. Planes de formación. La mayoría de los trabajadores valoran la mejora continuada a lo largo de su carrera. Aún si la empresa no puede permitirse un programa de formación, se pueden ofrecer certificados o simplemente la asistencia a diversos eventos que se organicen en el sector de actividad de la empresa.
3. Teletrabajo. Aunque son las que más lo necesitan, las madres de familia numerosa no son las únicas que valoran la posibilidad de trabajar desde casa. Son muchos los estudios que han demostrado no solo que la productividad no se ve repercutida, sino que en determinadas ocasiones incluso aumenta. Demostrarlo en primeras ocasiones abrirá la puerta a la normalización de esta posibilidad.
4. Imagen informal. Ya no es noticia que el fundador de Facebook se pasee por la empresa en tejanos y chándal, porque cada vez hay más flexibilidad con las apariencias en los puestos de trabajo. Lo que empezó siendo una particularidad de determinados sectores, como el publicitario, acaba por extenderse porque la mayoría de los empleados se sienten más cómodos así. En este grupo también se incluye la posibilidad de decorar la mesa o incluso las paredes de la oficina con elementos que motiven y alegren.
5. Indemnizaciones. Puede parecer un mal principio para un nuevo trabajo, pero es importante, especialmente en proyectos arriesgados, conocer qué pasará si el proyecto no sale bien. Antes de dar el salto, aún en la situación actual, es importante conocer las condiciones de un posible fracaso, y negociarlas si no se está de acuerdo, aprovechando que en ese aspecto las empresas suelen ser más abiertas puesto que no lo consideran un desembolso que vaya a materializarse, al menos a corto plazo.
6. Opciones sobre acciones. Independientemente del modelo societario, hacer partícipes a los empleados de los resultados de la empresa aumenta su sentido de responsabilidad sobre el trabajo que están ejerciendo, al tiempo que puede reportar un mayor beneficio económico para ellos.
1. Épocas sabáticas. Cuando un empleado se plantea tomarse un tiempo de descanso, normalmente es para hacer algo que le enriquezca más que su posición actual. Sin embargo, cuando lo pide en este formato es porque tiene intención de volver posteriormente y lo hará habiendo adquirido unos conocimientos totalmente distintos pero muy beneficiosos, por ejemplo, procedentes de la ayuda del voluntariado o de un mayor conocimiento personal.
2. Planes de formación. La mayoría de los trabajadores valoran la mejora continuada a lo largo de su carrera. Aún si la empresa no puede permitirse un programa de formación, se pueden ofrecer certificados o simplemente la asistencia a diversos eventos que se organicen en el sector de actividad de la empresa.
3. Teletrabajo. Aunque son las que más lo necesitan, las madres de familia numerosa no son las únicas que valoran la posibilidad de trabajar desde casa. Son muchos los estudios que han demostrado no solo que la productividad no se ve repercutida, sino que en determinadas ocasiones incluso aumenta. Demostrarlo en primeras ocasiones abrirá la puerta a la normalización de esta posibilidad.
4. Imagen informal. Ya no es noticia que el fundador de Facebook se pasee por la empresa en tejanos y chándal, porque cada vez hay más flexibilidad con las apariencias en los puestos de trabajo. Lo que empezó siendo una particularidad de determinados sectores, como el publicitario, acaba por extenderse porque la mayoría de los empleados se sienten más cómodos así. En este grupo también se incluye la posibilidad de decorar la mesa o incluso las paredes de la oficina con elementos que motiven y alegren.
5. Indemnizaciones. Puede parecer un mal principio para un nuevo trabajo, pero es importante, especialmente en proyectos arriesgados, conocer qué pasará si el proyecto no sale bien. Antes de dar el salto, aún en la situación actual, es importante conocer las condiciones de un posible fracaso, y negociarlas si no se está de acuerdo, aprovechando que en ese aspecto las empresas suelen ser más abiertas puesto que no lo consideran un desembolso que vaya a materializarse, al menos a corto plazo.
6. Opciones sobre acciones. Independientemente del modelo societario, hacer partícipes a los empleados de los resultados de la empresa aumenta su sentido de responsabilidad sobre el trabajo que están ejerciendo, al tiempo que puede reportar un mayor beneficio económico para ellos.
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