Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

domingo, agosto 31, 2014

El (¿mal?) uso de la tecnología en la sociedad y en las organizaciones

El uso de las tecnologías de información como herramienta no implica necesariamente una correcta aplicación. Hay que tener en cuenta que se trata de una herramienta. Y como toda herramienta, el éxito o fracaso de su aplicación depende de la capacidad para procesar y transformar la información en análisis a través de un criterio propio o una práctica responsable.

El uso de las nuevas tecnologías no se aprende de un día para el otro. Es un proceso que lleva mucho tiempo. Es un aprendizaje continuo que requiere discernir qué información es adecuada para la construcción de un criterio analítico y reflexivo. Hoy el mercado nos ofrece la posibilidad de conectividad con equipos que evolucionan de un día a otro, para así volverse obsoletos al cabo de unos cuantos meses. Esto acelera el ritmo al cual obtenemos información, facilita las comunicaciones, reduce los tiempos de emisión y respuesta; es decir, transforma la vida diaria en todo un acontecimiento tecnológico, todo esto aunado al crecimiento económico de las sociedades, y más allá, a todos los cambios en el orden natural de las cosas que la tecnología genera.

El problema surge cuando la velocidad de la tecnología nos apabulla ya sea en su avance o en la información que recibimos producto de este avance. En el uso de la tecnología, el inconveniente no es la tecnología en sí, sino la manera inadecuada de digerirla o aplicarla. Si queremos mejorar la calidad de nuestras prácticas, se hace necesario mejorar los procedimientos. Para que una información sirva como signo de confianza, el usuario debe considerarla como cierta, teniendo en cuenta los estándares de los autores como nivel de apertura, autoridad, objetividad e idoneidad.

Es muy importante analizar las fuentes de información y su credibilidad. Muchas veces nos convertimos en tecno dependientes pero no en usuarios críticos, sino meramente en copiadores de información, aceptándola sin más, sin indagar su veracidad. Si queremos construir organizaciones y sociedades de la información necesitamos ser más responsables y reflexivos, utilizando la tecnología ya no solamente como un ámbito de entretenimiento sino también como un espacio de aprendizaje que contribuya a un mejor desarrollo tanto en la práctica profesional como en nuestra vida cotidiana, cultivando nuestras destrezas en el uso de estas herramientas para influir en ellas de manera progresiva.

Paul Graham, un programador inglés con especialización en Ciencias de la Computación de la Universidad de Harvard manifiesta en un ensayo: “Cuando vea una iniciativa que utiliza las nuevas tecnologías para dar a la gente algo que quiere y que no había tenido antes, probablemente esté viendo un vencedor. Y cuando vea algo que es una mera reacción a la nuevas tecnologías, en un intento de preservar una fuente existente de beneficios, probablemente esté viendo a un perdedor”.

El avance tecnológico es vital en nuestra vida diaria. Rápidamente nos convierte en seres dependientes en gran medida de sus ventajas. Asimismo ha cambiado nuestro entorno social de una manera un tanto distorsionada, volviendo lo virtual en elemental, y desplazando la convivencia interpersonal hacia un segundo plano. Si bien las formas básicas de convivencia y contacto han sido diezmadas en gran medida, han sido, de igual forma, los aspectos que han dado paso a un desarrollo acelerado, y del cual debemos tomar el control para hacer de la tecnología un beneficio en lugar de un perjuicio.

La existencia humana se caracterizo durante milenios por el dominio de la naturaleza sobre la cultura, es decir la lucha por la supervivencia. Luego de la Revolución Industrial y el triunfo de la razón, se contemplo el dominio de la naturaleza por la cultura, formando a la sociedad mediante el progreso del trabajo. Se ha entrado, debido a la convergencia de la evolución histórica y cambios tecnológicos, a un modelo puramente cultural, de interacciones y organizaciones sociales.

Se vive en un mundo predominantemente social. Existe una autonomía de la cultura frente a las bases materiales de nuestra existencia. Y hoy la cultura se vuelve virtual. Se trata de la cultura propia de una época marcada por un nuevo paradigma tecnológico, el cual se sostiene en la revolución de las tecnologías de la información, y se convierte en referente para todos los campos del desarrollo humano.

Hoy debemos preparar personas para vivir en una sociedad de la información y la comunicación. Pero esto requiere un uso responsable donde los usuarios, ya sean personas u Organizaciones no están solo para buscar y recibir información sino para emitirla, construirla y pensarla pero sin perder nuestra verdadera esencia: La de Ser Humanos. Gracias por compartir este espacio conmigo.  

Gustavo Sarnari, Director Asociado de Grupo CoSMO y Centro Pyme 2.0 – Co-Editor de Estrategia & Negocios – Titular de GS Consultora Desarrollo & Educación Organizacional – Miembro de ACICA Asociación Civil Iberoamericana de Capacitación y Asesoramiento – Licenciado en Educación y Gestión Institucional por la Universidad Nacional de Quilmes – TS en Marketing por el IS San Pablo de Villa Constitución – Posgraduado en Formación Docente con especialización en Educación Superior por el IS San Nicolás de Bari de San Nicolás. 

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