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Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

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sábado, septiembre 08, 2012

Lo que nunca debes hacer en una entrevista de trabajo

Un equipo de reclutadores cuenta anécdotas a no repetir en un proceso de selección.

La elevada tasa de desempleo hace que cada día sea más difícil conseguir un puesto de trabajo, porque la competencia es cada vez más alta. Para ayudar a los aspirantes, el Observatorio del Empleo de AgioGlobal ha elaborado unas recomendaciones para enfrentarse con éxito a una entrevista laboral.

Lograr una entrevista de trabajo en España ya es todo un éxito en los tiempos que corren. Por esta razón conviene afrontarla con la máxima preparación y seguridad posible. Si uno no es elegido, que sea porque los reclutadores se han equivocado o por que la persona seleccionada tiene unas cualidades más ajustadas para ese empleo, nunca porque el aspirante haya cometido errores durante la entrevista.

Según los expertos de AgioGlobal, hay parámetros como la inteligencia emocional o el lenguaje no verbal que todo reclutador detectará inmediatamente. Algunos profesionales llevan décadas haciendo entrevistas de trabajo y tienen tantas anécdotas que podrían escribir un libro. De momento, han recogido las mejores para hacer una lista básica de reglas para enfrentarse con éxito a una entrevista de trabajo.

1. Normas de obligado cumplimiento
Hay una serie de normas que, aunque se supone que todo el mundo conoce, es bueno recordar. Por ejemplo, para no caerte del proceso a las primeras de cambio debes saludar con firmeza, vestir correctamente e ir aseado a la entrevista, aunque no debes usar perfumes fuertes.

En otra ocasión, un candidato llegó con la camisa blanca manchada de sangre, lo que dejó atónito al seleccionador. El motivo, que no había tenido tiempo de afeitarse y lo hizo en el coche, con una cuchilla y en seco. Se había dejado la cara como un trapo y la camisa, para la lavandería.

2. Llegar a tiempo es crucial
Pocas cosas pueden producir más satisfacción que recibir una llamada para ir a una entrevista de trabajo, sobre todo si estás en el paro. Si eso ocurre, tan importante como preparar los aspectos formales y las posibles preguntas es programar bien la hora de la entrevista, así como la ruta y el transporte elegido. Si hay algo que genera una pésima impresión es la falta de puntualidad.

A veces, los candidatos llegan corriendo y entran con la cara roja y sudando en la entrevista por no haber sido los suficientemente previsores. Es un fallo tan tonto como fácil de evitar, que a buen seguro supondrá el descarte inmediato del aspirante.

3. Humildad y sentido común
Durante la charla con el entrevistador, conviene también ser humilde. Entre las mejores anécdotas de los reclutadores de AgioGlobal están aquellas de los candidatos que creen saber más que nadie e incluso confunden los papeles.

Por ejemplo, una candidata quería darle la vuelta a la tortilla y no dejaba de preguntarle al reclutador por su opinión, su situación personal o si tenía buena relación con sus compañeros. Incluso cuando el entrevistador le preguntó si había estado en el extranjero, le respondió: “Yo no, ¿y tú?”

4. Tú no eres ni más ni menos que nadie
En otra entrevista realizada por una reclutadora de AgioGlobal, porque la entrevistada se puso a llorar desconsoladamente, quejándose entre balbuceos de que nunca conseguía un empleo por su peso. La entrevistadora recondujo la situación asegurando a la candidata que ellos no elegían a las personas por la talla de ropa, sino por sus cualidades laborales. Al final, la aspirante se calmó, agradeció la amabilidad de la entrevistadora e hizo una muy buena entrevista.

Y aún más, las minusvalías no deben suponer una barrera si se demuestra interés. En una ocasión, explica uno de los seleccionadores de AgioGlobal, se presentó a una entrevista una persona con hipoacusia total, es decir, falta de capacidad auditiva. En la entrevista finalmente participaron dos reclutadores, una para formular las preguntas y el otro para transcribirlas. Puesto que la experiencia del candidato era suficiente para las tareas que tendría que desarrollar, se trataba de saber hasta qué punto era hábil para comunicarse y trabajar en equipo. Y el esfuerzo al final tuvo su recompensa.

5. Prohibido puentear al reclutador
En una ocasión, uno de los seleccionadores de AgioGlobal terminó una entrevista con un candidato de forma satisfactoria, pero fue interrogado por el aspirante porque deseaba conocer el nombre del cliente. El entrevistador le explicó que no era posible por razones de confidencialidad, pero esta respuesta no convenció al entrevistado, que investigó, localizó a la empresa en cuestión y se puso en contacto con ella directamente para saltarse el proceso y ofrecer sus servicios.

Además, acusó a la consultora de tratarle de forma deshumanizada e irreverente en la entrevista de trabajo. Al comprobar el comportamiento agresivo y poco ético del candidato, la empresa decidió descartarlo de inmediato. En este caso la moraleja es sencilla: si no respetas las reglas del juego en un proceso de selección, tampoco serás de fiar para la empresa que te quiere contratar. Tu reputación, lealtad y fiabilidad deben ser intachables.

6. Papá y mamá no buscan trabajo
Si en el anterior caso el aspirante pecó de agresivo, un comportamiento pusilánime puede ser aún peor. En más de una ocasión ha habido candidatos que se han presentado a la entrevista de trabajo en compañía de sus padres. Esa actitud, que podría ser considerada relativamente normal cuando el aspirante es muy joven e inexperto, en el resto de ocasiones el acompañante debe quedarse siempre al margen de la entrevista y, si es posible, incluso no dejarse ver.

Algunos reclutadores de AgioGlobal han entrevistado a aspirantes con más de 25 años que se han presentado flanqueados por uno de sus padres o incluso por los dos. En estos casos, el fracaso está asegurado. Esa actitud implica falta de seguridad en uno mismo, iniciativa, confianza y seguridad, es decir todos aquellos defectos que se descartan de plano en un futuro empleado, por muy joven que sea.

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