Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

jueves, febrero 06, 2014

Soldados de plomo

Esto va por ti amiga, porque no hay pequeños ni grandes.

Tener un equipo no es un regalo que va con un gran lazo rojo... A muchos, cuando se les ofrece la posibilidad de tener personas a su cargo aceptan pensando en que es fácil,  algo que aumentará su status dentro de la empresa y dará un sentido completo al puesto con el que han soñado ver en su tarjeta. En lo que no piensan, en algunas ocasiones, es lo que eso representa... Y es que no todo el mundo está capacitado (ni de lejos) para llevarlo a cabo.

Tener un equipo supone una alta responsabilidad; y un nivel de implicación con las personas elevado y exigente. Solo así se logra avanzar, crecer y conseguir que las cosas avancen; de lo contrario, la frivolidad y la falta de conciencia convierten a nuestros colaboradores en verdaderos soldados de plomo que permanecen inertes y fríos ante la situación que les toca vivir bajo este mandato que ni reconocen, ni entienden y, que menos, comparten... 

Acciones que te llevarán a un fracaso estrepitoso:
  • Aceptar llevar un equipo sin experiencia previa ni formación específica.
  • Infravalorar y olvidarte de que probablemente entre las personas que están bajo tu nuevo mando las habrá más brillantes y más inteligentes que tú.
  • Dejarte influir (previamente a conocerles en profundidad) por otras personas u opiniones vertidas sobre ellos; o por un histórico específico que quizás los haya marcado.
  • Hacer de tu posición de superioridad un poder.
  • Pensar que eres mejor que el resto.
  • Adueñarte de sus éxitos y del resultado de su trabajo colgándote la medalla delante del resto de la empresa.
  • Pensar que el respeto vendrá solo, porque eres el jefe... El respeto personal y profesional es algo que se gana demostrándolo cada día.

 Acciones que te llevarán al éxito:
  • Fórmate en la gestión de equipos antes de aceptar este nuevo reto.
  • Escucha la trayectoria de tus colaboradores por su propia voz.
  • Interésate realmente por quiénes son y hacia dónde quieren ir.
  • Muéstrate cercano. Practica la política de puertas abiertas en tu despacho.
  • Si te preguntan, no emplaces la respuesta en el tiempo, lo que para ti puede ser insignificantepara ellos puede ser un mundo.
  • Sé un ejemplo, un referente, alguien en quien confiar y a quien seguir por que enriqueces y aportas.
  • Ofrece proyecto, objetivos y una ruta de trabajo clara.
  • Explícales lo que esperas de cada uno de ellos a corto, medio y largo plazo.
  • Comunica, explica, comparte, colabora, interésate por la totalidad del procesos y no tan sólo por el resultado, sólo así conseguirás ser justo y ecuánime 
  • Confía, delega, apuesta por ellos, defiéndelos y aliéntalos siempre y más si cabe en los momentos difíciles y de tensión. 
  • Pluraliza. No acuses nunca de forma individual. En público practica algo tan sencillo como: “nos hemos equivocado” o “qué buenos somos”.
  • Sé flexible, asertivo y comprensivo. Solo así lograrás el nivel óptimo de comunicación y conexión necesario para poder ser exigente con el resultado final.
  • Y, sobre todo, cuando la ocasión lo merezca: agradece. Da las gracias... No hay salario que se equipare al sentirse reconocido y valorado.

En definitiva, trata a tu gente como te gusta que te traten a ti y no olvides nunca que no hay primero mejor que un buen segundo de a bordo; que es tu responsabilidad, y solo tuya, el que tus colaboradores brillen; que parte de su éxito, felicidad en el trabajo y progresión profesional está en tus manos; y que, probablemente, entre ellos está naciendo la persona que algún día te sustituirá.

Y a ti, si te sientes un soldado de plomo es momento de romper filas dando un paso adelante desde el trabajo bien hecho, es momento de demostrar contra viento y marea tus capacidades y no olvides nunca que fuiste contratado precisamente para eso. 

No hay nada como trabajar en equipo y ser equipo. 

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