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martes, marzo 17, 2015

Éste es el único requisito que Mark Zuckerberg exige a las personas que quieran formar parte de su equipo

Facebook es una de las empresas más deseadas del mundo a la hora de buscar trabajo, pero sólo hay un camino para conquistar el exquisito paladar laboral de su CEO y entrar en la élite de la compañía.

La presencia de Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, esta semana en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona era uno de los acontecimientos más esperados por los asistentes. Aunque el fundador de la mayor red social del mundo no logró eclipsar a los smartphones y dispositivos inteligentes más punteros y tampoco se explayó explicando los futuros grandes planes de su compañía, sí que dio una valiosa lección sobre las condiciones sine qua non que deben cumplir los que aspiren a formar parte de la élite de Facebook.

Zuckerberg explicó en su conferencia del MWC que si tuviera que elegir a un empleado que estuviera directamente a su cargo «sólo contrataría a alguien para quien él mismo trabajaría», una regla que, en su caso y según sus propias palabras, ha demostrado ampliamente su eficacia.

Independientemente de si las nuevas tecnologías son o no santo de nuestra devoción, cuando el CEO de una de las mayores y más exitosas compañías del mundo habla sobre lo que considera indispensable en un candidato es mejor abrir bien los oídos y tomar nota. Eso sí, Zuckerberg quizás debería replantearse la validez de esta norma no escrita teniendo en cuenta que algunos de los que no pasaron sus procesos de selección le han costado años después miles de millones a Facebook.

Es el caso de Jan Koum y Brian Acton, fundadores de WhatsApp, que entraron a formar parte del ‘club de los rechazados’ de la compañía en 2007. La tecnológica tuvo que remediar la ceguera temporal que le impidió darse cuenta del talento y el potencial de ambos comprando su app de mensajería el año pasado por 19.000 millones de dólares.

Por otra parte, un caso de éxito de esta regla es el de Sheryl Sandberg, jefa de operaciones de la red social, cuya labor, según el CEO, ha sido clave en la buena salud de Facebook como negocio y como organización.

«Facebook no es una compañía en la que todos pueden entrar»

Evidentemente, Zuckerberg no es el encargado de elegir quién forma parte y quién no de su personal, salvo contadas y excepcionales ocasiones. Aun así, los procesos de selección de la tecnológica siempre se han encontrado entre los más exigentes del mundo.

Esta dificultad de acceso es algo lógico si se tiene en cuenta que Facebook se alzó en 2014 como la quinta empresa de todo el mundo más deseada a la hora de trabajar, según un estudio de LinkedIn, y que, además, su número total de empleados apenas alcanza los 10.000. Pueden parecer muchos, pero son una nimiedad si se los compara con otras firmas que juegan en su misma liga como Google (que suma 55.000) o Microsoft (que cuenta con 127.000) y, además, Zuckerberg insiste en que siga siendo así y recalcó en el MWC que una de las cosas más importantes es «tener un equipo tan reducido como sea posible».

Muchos de los que finalmente entran en la selecta familia Facebook pasan por el escrutinio experto de ejecutivos como Julie Zhuo, directora de diseño de productos, que explicó al portal First Round hace casi un año qué pruebas tenían que pasar los que finalmente obtenían su tarjeta de empleado. Una información a tener en cuenta ya que la, según la CNN, la compañía tenía pensado añadir en enero unos 1.100 empleados más a su filas entre encargados de publicidad, personal de apoyo en recursos humanos, desarrolladores para su casco de realidad virtual Oculus VR o especialistas en drones.

En primer lugar, para entrarle por los ojos a la tecnológica es indispensable destacar entre la multitud por el trabajo que ya se ha hecho, por ejemplo, por desarrollar una app interesante o haber aprendido a programar de manera autodidacta. Una vez llamada la atención de los reclutadores, estos valorarán no sólo la funcionalidad del candidato sino su potencial, su seriedad, su visión de futuro y su capacidad para trabajar en equipo a través de entrevistas personales y la elaboración de proyectos conjuntos entre varios aspirantes. Algo que no suele impresionar a los sabuesos de Zuckerberg a la hora de olfatear nuevos talentos son los títulos que cuelguen en su pared, quizás porque que el propio CEO dejó la universidad, como otros muchos visionarios tecnológicos, para fundar su empresa. 

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